LEER EL FUTURO

La actual lucha política chilena se da un poco en el vacío, más por carencias o defecto de cada actor que por ofertas de futuro. No puede haber oferta de futuro si no hay quien sea capaz de leer lo que viene. En El Mostrador reflexiona Santiago Escobar sobre el atardecer de la concertación: la coalición ha terminado por cumplir (quizá a medias, como se cumple todo en esta vida) sus metas y por eso tiene ya olor a final. Quizá Piñera -que recibe apoyo en el vacío, sin hacer nada, por default- sea más futuro que Lagos, por cuanto él es una derecha antipinochetista, escapándose de la lógica de la concertación. El dedo de Lagos hizo lo suyo, y no sabe uno qué tendrá en los otros dedos. Se esmera él por bordar un mensaje planetario, aunque sus instintos más profundos parece seguir siendo los antiguos, y por esa antigüedad se cuelan los rostros envejecidos de siempre, los seremis, cargos medios, directores de cosas, esa nube de parientes que uno ve flotar en la administración del estado. ¿Es hora de un cambio? Gana quien sea capaz de leer el futuro y ofrecer una foto de lo que necesitamos como país dentro de ese futuro.