juan guillermo tejeda

SIMPÁTICOS, ANTIPÁTICOS

Posted in cotidiano by jgtejeda on febrero 28, 2012

escribe A.J. Larruy que cuando proyectamos nuestras sombras parecemos desagradables y generamos antipatía, pero al proyectar lo que deseamos empezamos a generar adhesiones, admiración, simpatía, etc. Diría que el yo dividido se percibe en datos muy tenues como los movimientos de entrecejo o manos, el vagar de las pupilas, algo en el cuerpo que no fluye, en tanto que cuando uno está más o menos entero, o mejor dicho cuando sigue a su propio deseo y cede a él, no se avergüenza de lo deseado (que a menudo parece mezquino, incorrecto, etc.), ahí se ordena naturalmente la relación con los demás. En cierto sentido es como volver a ser niño. No hacemos un personaje intelectualmente coherente, dejamos de desempeñar un rol. Ayer me regañaba alguien por no llevar conmigo mi tarjeta personal describiendo mi posición institucional, lo decía seriamente, algo molesto, porque estaba requiriendo de mí el desempeño normalizado de mi rol. Qué le vamos a hacer, le prometí hacerme una tarjeta de presentación.